Cómo minimizar los riesgos de la expansión empresarial
La expansión comercial es una maniobra delicada, quizá incluso más que la creación de una empresa desde cero
Publicado por EduardoFue
viernes, 30 de agosto de 2019 a las 15:53
Cuando construimos un negocio desde la base, las posibilidades son infinitas. Existe, por supuesto, el riesgo, tanto personal como financiero, pero no hay un precedente al cual debamos amoldarnos, así que la libertad de creación y desarrollo es total.
Pero cuando ya hemos invertido tiempo, esfuerzo y dinero en forma de subvenciones o préstamos sin preguntas, tomar la decisión de crear una franquicia o una segunda base de operaciones puede llevarnos al fracaso y, tal vez, a perder todo aquello que hemos ganado.
No existe un decálogo para la expansión empresarial, no hay una biblia general que cualquier emprendedor o dueño de una empresa pueda aplicar al cien por cien con cada punto y cada coma.
Cada negocio es distinto, e incluso un mismo negocio dentro de un mismo sector varía en función de su ámbito geográfico, de la forma de trabajar de cada individuo en nómina, del flujo de trabajo colectivo creado a través de esas fuerzas individuales y de los usuarios o clientes en sí. No obstante, sí que existen una serie de consejos que se pueden aplicar para minimizar las posibilidades de fracaso.
Para empezar, debemos tomarnos nuestro tiempo en analizar los posibles contextos geográficos a los que nos gustaría expandirnos y analizar el segmento de población. ¿Existen personas que puedan estar interesadas en nuestro producto o en nuestros servicios? ¿Se dan las condiciones adecuadas para la expansión y la apertura de la franquicia? Por otro lado, si vamos a invertir préstamos rápidos en la creación de una tienda o de una oficina física, es importante que sepamos cuáles son los núcleos más aptos para ello.
Quizá el centro de la ciudad, el área industrial o la zona comercial. Las ciudades tampoco son todas iguales y es imprescindible analizarlas a fondo.
Por otro lado, debemos intentar empezar siempre por lo más sencillo. No podemos tirar la casa por la ventana, la segunda base de operaciones debería ser pequeña, apenas un apéndice de la principal. Si somos prudentes podemos triunfar.
30/08/2019 15:53 | EduardoFue