Liderazgo de Equipos. Inteligencia Social en Organizaciones
Publicado el lunes, 27 de febrero de 2017 a las 12:05
El entorno actual es volátil, complejo, ambiguo e incierto; vivimos en un mundo VUCA. Alcanzar y mantener el éxito en las organizaciones modernas requiere de talentos imposibles de encontrar en un solo individuo, de ahí que los equipos se constituyen como una forma de trabajo donde comunicación, confianza y colaboración son los pilares necesarios para que el sistema esté en equilibrio.
Nadie es una isla. Todas y todos, formamos parte de sistemas, sencillos y complejos, tales como familias, empresas, organizaciones, comunidades, asociaciones, partidos, clubs deportivos… y un largo etc.
Dentro del entorno empresarial, aunque seamos freelance o autónomos, formamos multitud de relaciones que no tienen la apariencia de equipo y sin embargo lo son – CLIENTE – PROVEEDOR – CLIENTE – ADMINISTRACIÓN – ORGANISMOS… Conscientes o no, nos encontramos inmersos en una red de relaciones que constantemente nos afecta y muchas veces nos infecta. Metafóricamente hablando, los sistemas son como una tela de araña, donde acariciando a un solo hilo afectamos a toda su estructura completa.
Los equipos están formados por personas que a su vez somos sistemas cuya tendencia natural es el crecimiento y la evolución.
Las personas somos un sistema que vive dentro de sistemas mayores,
con una identidad común y particular en cada uno de ellos.
Las personas nacemos, crecemos, nos reproducimos o no, maduramos, y nos extinguimos. Lo mismo sucede a un equipo, nace por y para un objetivo, crece, evoluciona, se transforma y finaliza cuando logra su objetivo
- Un equipo es un sistema.
- Un sistema está compuesto por personas, por distintos yoes.
- Su unión converge en una entidad distinta a la suma de yoes, nosotros.
- El nosotros es la voz propia del equipo, la 3ª entidad.
- Las personas y los sistemas crecen, evolucionan, se adaptan.
- Un equipo es un sistema en constante cambio.
Un equipo es un sistema, un conjunto de individuos, unidos
por y para un objetivo común.
En nuestro mundo VUCA es imprescindible una adaptación constante a los nuevos retos y cambios. Conocer los talentos del equipo, sus fortalezas y áreas de mejora es clave para mejorar la eficiencia, comunicación, cohesión y el compromiso hacia el logro de sus objetivos.
Un equipo alineado encontrará soluciones y aprovechará
las oportunidades para superar los cambios con éxito.
Si ayudamos al sistema a verse a sí mismo, tal y como es, tal y como somos; con nuestros conflictos, nuestra forma de resolverlos o de no resolverlos, nuestro tono y estilo de comunicación, nuestras emociones, fortalezas, limitaciones, con todo ello sentamos las bases para que el sistema crezca, pueda reconocerse y de ahí funcionar de manera eficaz y coherente con su objetivo.
La inteligencia social pone el foco en el sistema, no para repararlo ni modificarlo, sino para revelar su propia esencia, es decir, aportar información.
Lograr equipos de alto rendimiento, impulsar su liderazgo, supone hacer a sus miembros conscientes y consecuentes de sus capacidades, de su poder, de su liderazgo, para que sean ellas y ellos quienes den respuesta, desde dentro, en su día a día, a sus conflictos, relaciones, para que sean su mejor versión y logren juntos sus objetivos.
El liderazgo aporta una visión global y múltiples perspectivas
para trabajar desde dentro del sistema relacional
Nadie es una isla, todos estamos en relación y la calidad de esas relaciones es esencial para nuestro bienestar personal y desarrollo profesional.
Todo esto y algo más compartimos en la jornada del pasado 23 de febrero en la jornada: LIDERAZGO DE EQUIPOS. INTELIGENCIA SOCIAL EN LAS EMPRESAS.