El trabajo colaborativo y la autocrítica al emprender
El trabajo colaborativo cada vez es más común
Publicado por EduardoFue
jueves, 06 de junio de 2019 a las 13:17
Es evidente que cualquier persona que tome la decisión de emprender debe saber ser humilde y hacer autocrítica sobre sus propios conocimientos.
Es decir, ¿tiene acceso a la teoría empresarial, financiera o publicitaria mínima para abordar el trabajo en solitario, o por el contrario debe aceptar que es fundamental llevar a cabo la creación del negocio con la ayuda de expertos en todos y cada uno de esos campos?
La soberbia es pecado en la religión católica, pero en el sector de los negocios, sean estos los más tradicionales o los creados mediante modelos online, directamente se paga cara mediante una serie de consecuencias tangibles. Es decir, la pérdida de beneficios y de reputación.
En realidad, el primer paso del emprendedor sensato y prudente, y por lo tanto de aquel que más opciones tiene de triunfar al partir de la actitud correcta, es darse cuenta de sus propias limitaciones y solventarlas. Pero el hecho de pedir ayuda no implica que él o ella, como persona en formación continua, pueda aprender de sus asesores.
De hecho, crear una empresa supone un proceso de aprendizaje sin pausa que se extiende las veinticuatro horas del día, y eso es tan positivo como crear una red de colaboración que beneficie a la idea de negocio. Así, la persona que emprende puede aprender sobre gestión económica y préstamos online, marketing digital o estrategias de posicionamiento, y tipos de empresa, como pymes o startups.
Por supuesto no es sencillo rodearse de profesionales que, además de hacer gala de los conocimientos que el emprendedor necesita, tenga también una buena actitud.
La simbiosis y la interacción durante cada fase del trabajo debe ser fluida y armónica, pues solo a través del entendimiento y la comunicación se puede construir una empresa sólida desde sus cimientos y, por lo tanto, con futuro.
De nada sirve invertir con inteligencia el dinero si el factor humano, que es el alma de la empresa, no funciona. Por eso, y aunque a veces los roces sean inevitables, a nuestra gama de actitudes positivas hay que sumarle la resolución constructiva de conflictos, y no la destructiva.
06/06/2019 13:17 | EduardoFue