Disminuir el estrés para aumentar el rendimiento

Pudiera parecer que estar en estado de sobreactividad y multitasking es una cualidad pero por el contrario puede generar un perjuicio para la persona en varios niveles, descuido de su vida personal, problemas de salud y disminución del rendimiento laboral. A pesar que se adquiere este modo de actuar justamente para mantener un nivel de producción, irónicamente termina reduciendo la eficiencia de la persona.

Para no terminar teniendo un resultado adverso a lo que se quiere se deben emplear varias acciones que disminuyan el tiempo de trabajo pero aumentan la efectividad. Las mismas no son acciones de “una sola vez” sino que deben ejecutarse con disciplina para instaurar los nuevos hábitos.

No llevar el trabajo a casa

Este es un muy común mal hábito, no solo influye en el tiempo de ocio y descanso sino en las interacciones que se tienen con otros. Ello hace que se aísle más en el trabajo y  su mente no obtenga descanso. El resultado termina siendo una mente embotada que no es capaz de afrontar las tareas básicas laborales sin emplear esfuerzos.

Si se posee trabajo pendiente, a menos que sea de carácter urgente es imperante dejarlo en la oficina.

No hacer horas extras

Si se necesita más dinero se pueden evaluar las opciones de invertir en alguna actividad que le genere un ingreso pasivo, si no posee ahorros para esto siempre puede recurrir a los préstamos online. Las horas extras sobrecargan al trabajador y le someten a un estado de estrés que no le permiten rendir, un exceso de horas extras puede afectar seriamente su salud. 

No sobreendeudarse

Una de las principales razones por las que las personas se desgastan laboralmente es por la presión que le ejercen las deudas. Si bien endeudarse estratégicamente, es decir, para invertir, o por una situación extraordinaria es una sana actitud financiera, el abuso de este recurso no es recomendable. Si se poseen gran cantidad de deudas  se puede probar con un comprador de créditos y administrar los gastos, no tiene que ser una excusa para el exceso de actividad laboral.

Las personas adictas al trabajo suelen tener la ilusión de que no se cansan pero esto es creado por la adrenalina que segrega el cuerpo en los momentos de tensión y termina afectando de forma inconsciente toda actividad realizada.